Creada por Manuela Garretón y Martín Tironi, esta instalación busca reflexionar sobre la relación entre inteligencia artificial (IA) y el impacto ambiental que esta tecnología tiene en nuestro planeta. En colaboración con un equipo interdisciplinario de la Pontificia Universidad Católica de Chile, esta muestra invita a superar la dicotomía entre naturaleza y tecnología, mostrando cómo la IA habita en ecologías híbridas, hechas de relaciones de interdependencia entre agencias humanas y ecosistemas terrestres. En particular, la instalación es un llamado de atención a hacer visible el consumo de agua que se necesita para la generación de imágenes con IA.